sábado, 31 de diciembre de 2011

Canción para la nochevieja

Soy y no soy el
mismo
Aquí estoy, ya me ves,
no soy el mismo de antes,
no sé si he cambiando bastante
como para que no me puedas ya
reconocer.
Ya me ves,
algo queda aún de aquel
caminante,
el de la mirada distante,
el de los sueños y la fiebre a flor
de piel.
En la medida en que
algo dentro de mí se ha muerto,
algo empezó a vivir.
Pero tampoco es menos cierto
que para seguir
lo nuevo nace de lo viejo
y algo queda en mí
de lo que fui.
Así estamos, ya ves,
sumergidos en la vida cambiante,
en su movimiento constante
y nada se le escapa al tiempo en
su correr.
Así es, a saber:
no existe nada inmutable
y así mañana no es lo mismo
que fue ayer.
Noel Nicola


Poesía de hospital


Es seguro que el hospital no es un lugar bonito. Ni agradable. A punta de muchos años aprende uno a (medio) tolerar los olores, las luces y el ruido.El desfile de una cirugía tras otra sin que ninguna sea igual.

Por supuesto que el modo en que nosotros "desde dentro" vemos un hospital no es el mejor ni el mas válido. La empatía muchas veces tan difícil nos da la pista de lo que piensa, sufre y espera el enfermo.

Aunque hace tiempo la llamada risoterapia irrumpió en escena no ha sido lo único que ha servido como paliativo. En algunos hospitales incluso en la Ciudad de México se han desarrollado con buenos frutos talleres de poesía.

Vale recordar con fuerza que el dolor nunca es completamente orgánico.

Dicen que el mejor compañero ante la adversidad es un libro. Por algo será. Pero también un papel y algo para escribir. Ya en la modernidad, una notebook, una tableta o cualquier artilugio electrónico portátil.

Y de remate en un click. Al blog.

Navegando entre poesía me permiti incluir estas dos de don José Cuadra Vega. Ignoro su enfermedad y más datos. Pero como llamada de atención nos incordia una vez más.

FIEBRE Y SUEÑO

Vuelvo mis dos
ensombrecidos ojos por la
fiebre hacia
mi derecho costado,
el mismo costado sobre el
que el Divino y Humano
Descamisado de Judea,
Jesús el Cristo reclinó su frente,
coronada de espinas y de Gloria.

El derecho costado sobre el que Doña Julia
suele siempre a mi vera
dormir su sueño, su reposado sueño.
La fiebre que me arde y que me punza
como acerada, dura lanza,
me hace ver la inefable,
dulce y falsa ilusión de qe ella está,
de que mi Doña Julia está allí,
justo a mi lado,
ciertamente de cierto allí, dormida.
¿Pero por qué es que siento su
tranquilo,
sosegado sueño tan lejos,
tan distante de mi propio sueño,
pues que también su sueño es sueño
mío?
¿Vagará ella, tal vez, por siderales rutas
implorando por su Don José,
buscando algunas arcangélicas alas
de las mismas que dan su refrescante
brisa al rostro
de DIOS Nuestro Señor?
Cuando ella despierte, tal vez ya no
recuerde nada.
Es triste, porque tampoco yo
recordaré jamás cuál fue su sueño.

~~~~~~~~~~~°~~~~~~~~~~~~~

LA FRAZADA

—I—
Alta fiebre en la noche y a la vez
un gélido frío semi polar,
contumaz,
hace tamborilear mis dos
entumecidas, ateridas piernas.
Mi maxilar, entumecido, no funciona
pero tiembla, frenético.
No hay voz articulada.
No tengo voz.
Inerme, triste mortal soy, como los
mortales tristes que no tienen voz.
Ya quisiera, aún cuando siquiera fuese
la ronca voz
del hombre de Neandertal  gritando,
a grandes y claras voces,
allá en su obscura y húmeda
cavernosa caverna tenebrosa.

-II-
Muy cerca de mi cama, pasa
una Enfermera del Hospital, a quien
con tembloroso índice señalo la
salvadora frazada que está a mis pies.
Y la Enfermera:
-No se incomode, Don Josecito, que ya
sé.
No se me afane,
no tenga miedo, no se me angustie.
Lo que Usted quiere es que le abrigue,
es que le cubra sus dos huesudas
y pelambrosas, hórridas piernas.

-III-
Poco elegantes y compasivas,
desamoradas,
muy poco humanas y anti cristianas,
rudas palabras, más sin embargo,
llenas
de un mágico poder:
sin frazada, de cierto, sobre
mi triste y pobre humanidad doliente
¡a la mierda y muy lejos el gélido frío
semi polar de mis dos piernas!


domingo, 18 de diciembre de 2011

Canción de navidad

Necesaria reflexión en estos dias. Adviento material y consumista para pocos. Lleno de desesperanza para los más.
El texto es de una canción del compositor cubano Silvio Rodríguez.  Llamada sin más rodeos asi, "Canción de Navidad"

El fin de año huele a compras
enhorabuenas y postales
con votos de renovación.

Y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.

La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.

Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar.

Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego
que no tienes ninguna.

Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.

Tener no es signo de malvado
y no tener tampoco es prueba
de que acompañe la virtud.
Pero el que nace bien parado,
en procurarse lo que anhela
no tiene que invertir salud.

Por eso canto a quien no escucha,
a quien no dejan escucharme,
a quien ya nunca me escuchó,
al que en su cotidiana lucha
me da razones para amarle,
a aquel que nadie le cantó.
( Silvio Rodríguez , 1988)


jueves, 8 de diciembre de 2011

Tiempo de adviento

Las 2 hermanas tienen 27 años. Ambas jóvenes, esperan algún día convertirse en madres y compartir su vida.
Una de ellas lo espera con muchas más ansias porque nunca nada crecerá en su vientre. Cuando tuvo cáncer de ovario ahi estuvo su hermana, apoyando, sosteniendo la esperanza de la gravidez vuelta  imposible.

Que los imposibles no existen, carajo.

Ahora espera un hijo. Pero en otro vientre.
Ambas ven cuanto ha crecido, como se mueve, les parece que el bebé sonríe desde el útero tibio.

Está escrito que por amor llegó al mundo el único hijo. Un niño apenas. El Cristo, el nazareno le decían.

Apenas ha llenado de aire sus pulmones llora por primera vez un llanto fuerte, jubiloso. Pletorico de vida.  El mismo que inunda a ambas gemelas. La que toma al niño y mirandola dice.

-Hermana, aquí tienes a tu hijo.

Uno no sabe que decir.

Pero el amor es más fuerte. Y echa por tierra todas las razones. No existe otra explicación. Hace ver lo poco que entiendo. Lo poco que he visto. Lo mucho que me falta por aprender.  Por sentir.


miércoles, 16 de noviembre de 2011

lo que debo// »

lo primero es ser agradecido. no esperaba cuando inicié este blog  llegar a tal  cantidad de visitas (pocas de acuerdo, pero valiosas y de gran significado). por ahora el tiempo me ha tenido ocupado en otras actividades personales. lamento haber hecho este silencio de ida.

Espero que proximanente pueda compartir más ideas, vivencias y todo lo que uno encuentra al paso es este camino de ser médico. No es fácil. No siempre es bonito. No siempre nos gusta. Por ahora digo hasta muy pronto. Gracias de nuevo a todos quienes leen "Diario de un anestesiologo".
En twitter estaré más intermitentemente presente que en el blog.


lunes, 17 de octubre de 2011

El resultado

Todos estamos hechos de marcas. cicatrices profundas. Rasgos y rasguños. Vivencias pasadas que desembocan en el hoy.

No todo en nosotros es conocimiento. La inteligencia de las emociones fraguada en tantos años del golpeteo constante del hospital han hecho que aquel que sufre, el otro, sea para siempre parte de mi.

No puedo ser yo si no me encuentro en el otro. si no me reconozco en su dolor y su incertidumbre. Su desesperanza también me envuelve y en vez de secarme, me arropa.

No tengo en la mano todos los remedios ni todas las respuestas. No siempre estoy dispuesto a renunciar a lo mío.
Sucede que a veces uno también se cansa.

Ya no soy yo. Soy las noches de frío con el paciente grave. Soy la soledad que vive en los pasillos del hospital. Soy todos los que vinieron antes de mi. Que cruzaron por aqui. Soy el dolor que cede y desaparece también. La mano que se estrecha antes del encuentro con la eternidad.

Soy tu. Tu médico. Y tu enfermo.


martes, 27 de septiembre de 2011

La sangre del migrante

Quiso escapar pero no pudo. Quiso haber trepado más rápido para no caer entre la vía y que la bestia no atrapara su pierna triturandola en un dolor indecible. Entonces lo único que realmente quiso fue no haber salido nunca de su tierra.

Había salido hace días de algún lugar de centroamérica. Daba igual que fuera Honduras o El Salvador. Herido dijo ir camino a Oaxaca pero la contradicción obvia en su ruta cargada al norte lo llevó a Puebla.

-Por ahí llegó uno de tus paisanos que va a pasar a cirugía-

También daba igual que se llamara Wilmer, Harold o cualquier nombre que el santoral no conoce. Aunque no quisiera, todo delataba su origen.Nos vimos en urgencias y después, en quirófano.

La hemorragia había sido cuantiosa  y era mandatorio trasfundirlo. Mientras el lento goteo entraba en su brazo suspiró apenas. ¿Que pasaba por su mente? Volteó a los lados y dijo apenas para si como en secreto:

-Ahora también yo tengo sangre mexicana.-

Muchos meses y kilómetros después, un día frente a times square y apoyándose en un baston, se encamino hacia un grupo de migrantes. Ya no era ajeno en esa tierra. Allá decía que era medio mexicano. Nadie de sus compañeros entendió por que.

martes, 13 de septiembre de 2011

Medicina 3.0

Tendrá unos 20 años o quiza un poco más que mi padre me enseñó  a usar una cámara fotográfica. En aquel entonces había que ajustar manualmente la velocidad del disparo, la apertura del lente y desde luego la distancia al objeto. Un bonito pero complicado ceremonial si lo que se buscaba era  una instantánea fresca y espontánea. Con el tiempo y la práctica era relativamente posible. Encima de todo había que esperar el revelado y la impresión para conocer el resultado... Todo era válido en mi curiosidad de niño.
Hoy todo eso resulta tan lejano. Casi cualquier persona tiene a mano una excelente cámara digital en el teléfono móvil a sólo un click de distancia.
También queda lejana la época de las reglas de cálculo, el estetoscopio imprescindible, el baumanometro aneroide y la máquina de escribir. (Yo mismo escribo ésta entrada del blog desde mi teléfono).
También parece haber quedado en el pasado el médico clínico de antaño. El sanador que con algo de serendipia, experiencia y un poco de ciencia curaba a algunos, pero aliviaba a todos con el gesto y la palabra de consuelo que era un gentil y natural límite a sus conocimientos o a sus pretensiones.
En nuestra época son otras las amenazas a nuestra especie.  Patologías crónicas que avanzan conforme crece la esperanza de vida coexisten en países como el mío donde no es nada raro morir de desnutrición, parto, paludismo o cualquier enfermedad prevenible con medidas mínimas de higiene. En ésta época donde vivimos inundados de dispositivos cada vez más funcionales más rápidos y más pequeños no sería aventurado imaginar un futuro donde en una  especie de chip implantable podría almacenarse nuestra información clínica antigua y reciente. Medir al instante nuestros valores de laboratorio sin una gota de sangre, conectarnos sin cables a un monitor incluso a distancia. Realizar cateterismos o bloqueos regionales asistidos por robótica. Ser capaces de colocar un dispositivo en el cerebro o en la médula que interrumpa para siempre el dolor más crónico y rebelde.  ¿Seguiría siendo la medicina como la conocemos? Y lo más importante. ¿Podría ser accesible para todos en cualquier parte del mundo?  ¿Podría abaratarse el coste de la medicina curativa gracias a una buena y planificada prevención? ¿Cómo sería el arquetipo del médico?
Es muy probable que ninguno de nosotros llegue a ver tales avances en el futuro de los años que nos  queden. No se ustedes, pero presiento que es más fácil imaginar una cesárea hecha por laparoscopia que un futuro donde la humanidad busque ser justa y no el lucro despiadado de la técnica inútil.


martes, 30 de agosto de 2011

Tecnología y otras cuestiones

Es un tema muy trillado eso de comparar la época actual con lo que existía hace apenas unos lustros. En términos de comunicación (al menos la móvil) esos lustros parece que remiten a la edad de piedra.
Todo este preámbulo para decir que estoy satisfecho con la aplicación de blogger para el sistema android. No es propaganda ni comercial. Pero resulta atipico poder hacer entradas del blog y publicarlas sin tener siquiera que encender la notebook.
Por lo pronto seguimos intentado. Ya les contaré como va funcionando. Aún le faltan detalles pero en términos generales es bastante aceptable. ¿Alguien con experiencias en bloguear desde un dispositivo portátil?


El instante previo

Pareciera que todos los días están destinados a terminar igual. O parecido. La garantía de la rutina debería al menos dar esa certeza. Incluido el trabajo.  No siempre es así.
Hoy vi  a la paciente cuya placa es ésta. Brazo con trauma severo. Amputacion parcial del mismo por accidente de trabajo fabril. No llega a los 20, y en casa un niño depende por completo de ese trabajo que hoy no acabó igual.
Hay momentos de la tormenta que no pueden verse venir. No uno así. Tan lejos y tan unido al instante previo  en que la historia no daba aún el vuelco que no podrá  borrarse. 


miércoles, 27 de julio de 2011

La ciudad parece un mundo ( *)



Ella calculaba que eran al menos 10 años sin verse. El sabe que han pasado mas de 15. La vida los reunió de nuevo en el lugar menos pensado para ambos. El pasillo hacia el quirófano, en la camilla va el hijo -de ella- que el ignoraba que existiera. Estan solo los 3, o ellos 2, porque el niño sigue de largo en la camilla rumbo al quirófano mientras el la detiene apenas un momento.

La ciudad los sigue mirando con los mismos ojos de aquel entonces.

Las calles, las que caminaron juntos, siguen llenas del mismo cansancio.


-No sabía que habías tenido un hijo.

-No importa, sólo somos él y yo.  Me alegro que vaya a estar en tus manos. Tampoco sabía que eras anestesiólogo y seguías viviendo aqui.

Hubo una larga pausa. El le extendió un bolígrafo.

-Necesito que firmes la autorización.

No supo o no se atrevió a decirle mas despues de tantos años, la distancia entre ambos era tan cerca y al mismo tiempo, la misma ciudad, el paso de  los años o el trabajo o vaya a saberse que cosas, partían en 2 el mismo mundo que ambos compartieran un tiempo. Y en medio un vacío de años, eternos y cortos a la vez.

Ya estaba la firma, con el nombre que antes a él le significara tanto.

-Cuidalo como si fuera tuyo, por favor.

El no contestó nada, no dijo ni "sí" ni "no". No era suyo, nunca lo sería. Tampoco ella volvería a serlo. Apenas un apretón de manos entre viejos compañeros antes de dar la vuelta y encaminarse al quirófano sin despedirse, sin esa sensación de haberse dicho adios de nuevo.

No eran, ni serían nunca, los de antes.


(*) Canción de Ismael Serrano, del mismo nombre. Mínima paráfrasis...

sábado, 25 de junio de 2011

Eres responsable de tu rosa





Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !
- Qué hay que hacer ? – dijo el principito.
- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente el principito regresó.
- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.
- ¿Qué es un rito ? – dijo el principito.
- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso ! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:
- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.
- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.
- Claro – dijo el zorro.
- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.
- Claro – dijo el zorro.
- Entonces no ganas nada !
- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.
Luego agregó:
- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.
El principito fue a ver nuevamente a las rosas:
- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.
Y las rosas estaban muy incómodas.
- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.
Y volvió con el zorro:
- Adiós – dijo...
- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo.
- Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.
- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el principito a fin de recordarlo.
- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito a fin de recordarlo.

Historia de un dolor III


Ayer me di cuenta que te habias ido. No se hasta cuando, pero espero que no regreses. Dejame vivir.

Dejame como estoy y dejame ser yo de nuevo.

No aparezcas mas, porque me derrumbas.

No regreses. No te quiero en el sabor amargo de mi boca, en el dolor de estomago, en las nauseas.  Espero no encontrarme contigo nunca mas. No te quiero en mis mañanas imposibles y en mis noches eternas contigo al lado.

Ojala sea la ultima vez que pienso en ti.

jueves, 16 de junio de 2011

Prometido




¿Que puede decirle uno a una jovencita de 16 años que está consumiendose por un cáncer?
Lo que sea, es poco. ¿Prometer algo? Aun mas complicado. En ambos casos caer en la mentira es una gran tentación, pero no es una opción honrada.

(¡Vas a estar bien!/  No te va a pasar nada/ tienes toda la vida por delante)

En nuestro idioma esa barrera entre el "tu" y el "usted"  (cosa que en otras lenguas simplemente no existe) a veces impone una distancia poco conveniente entre médico y paciente, pero como yo apenas tengo el doble de años que ella, no me importó.

Platicábamos con una rara mezcla entre asombro, ternura y rabia. Asombro mio y las otras dos de ella, la rabia porque antes de pasar a quirófano su venoclisis se infiltró. Va de nuevo el piquete, corazón. Pero ambos brazos, con huellas y mas huellas de punciones, unas exitosas, pero la mayoría no.

Promete que va a ser el ultimo piquete, me dijo. No me lo pidió. Me lo ordenó. Clarísimo. Prometeme que van a dejarme en paz los brazos. Nada mas eso.

Si bueno, pensaba, tampoco va a dolerte nada, no vas a escuchar, te vas a dormir en un sueño profundo y cuando despiertes yo estaré contigo.

Pero su orden, su exigencia, era la misma. Menuda manera de pedirlo.

Empezando la cirugía, y ya bajo anestesia,  le coloqué un catéter venoso central. 

Su pronóstico sigue siendo sombrío.

Y yo sigo sin poderme responder que decirle a alguien, que a los 16 años, se está consumiendo sin retorno.


martes, 14 de junio de 2011

Historia de un dolor II



Me resulta imposible no pensar en tí.
No se como llegaste a mi vida, no se por donde entraste, por que no pude defenderme de ti.
Un dia tras otro, fuiste comiendote mi espacio, mis pensamientos, mis ganas. Poco a poco, quedandote en mi columna, yendote por mi pierna.
Hasta la música me sabe amarga de pensar que no me dejas.

Por favor vete. No tienes que avisarme, tan solo sal, largate de una vez. Dejame vivir, dejame ser yo. Deja que mi mente piense en algo mas que no seas tu y en que debo tomarme para que te agazapes un rato, en las horas que me dejes libre para caminar, para dormir, para descansar al menos de ti.

lunes, 30 de mayo de 2011

Historia de un dolor



Hoy desperte deseando que el dolor que me dejo dormir me permita al menos enderezarme para salir de la cama. Agito un pie, despues del otro. Cuando me siento capaz de doblar la rodilla giro la cadera hacia la derecha y salgo de la cama. No puedo agacharme. Camino buscando mi medicina que al menos hoy, por un rato, me permita olvidarme de lo que taladra mi espalda y corre por mi pierna, quemándome y lastimandome un golpe tras otro. La tomo y se que empezare a sentirme mejor mientras me baño y me visto. Si logro cruzar la pierna y abrocharme los zapatos sera el primer logro de hoy....

(sobre una platica de un paciente con lumbociatalgia)

Continuará....

martes, 10 de mayo de 2011

El viaje




Platicando hace unos días con un compañero nos preguntábamos como podríamos comparar el acto anestésico. Una comparación mas o menos aproximada nos dio la idea de un viaje, especificamente por tierra. 


¿Que te viene a la mente cuando ves la imagen de arriba?


Puede haber muchas respuestas, y seguramente que son muchas y todas correctas. En anestesia se traducen en probabilidades que las vuelven posibles, algunas son previsibles y otras definitivamente no. 
Puede que todo transcurra sin problema, que el viaje/anestesia empiece y concluya llegando felizmente a su destino. 
Pero puede que suceda que en el camino se descomponga el vehículo/aparato de anestesia. Que el suministro de oxígeno/aire que facilita la marcha se termine, se escape, se acabe. Que se yo.

Puede que los sígnos y señales del camino esten presentes, que sean tan claros y evidentes que nos adviertan del peligro. Puede que no esten plenamente visibles, puede que a pesar de serlo, no los veamos, o de plano, decidamos ignorarlos. 

¿Donde? En los sígnos clínicos del paciente, en lo que nos dice, en lo que escuchamos con el estetoscopio, en las líneas que muestra el monitor y en sus alarmas (apagadas intencionadamente en muchos de los casos).

La mayoría de las veces este es un camino parecido a los de antes. Nunca es igual, comparte características, pero ni la velocidad, ni el peralte, ni las condiciones del vehículo, de quien lo maneja, son las mismas. Ni la hora, ni el día. Tampoco los pacientes, aunque tengan la misma patología con el mismo tiempo de evolución, aunque tengan la misma edad, o el mismo sexo, o el mismo peso, lo que sea. Nada es igual.

A diferencia de un viaje terrestre que termina de forma catastrófica, en anestesia es uno mismo el que queda vivo y puede y debe, diria yo, aprender del error.

Y volver a empezar, otra vez, de nuevo, muchas veces.




Día de la madre



Hoy en México se celebra el dia de la Madre, así en singular, con mayúscula. De todas las que son, de las que ya no están o las que nunca lo fueron en su cuerpo y a través de su compañia a sobrinos, ahijados, vecinos llenan este día. Tener a la madre, a la esposa y a la hija, da facetas interesantes, porque a la vez uno tambien va experimentando los cambios de ser hijo, esposo, padre. A todas, las que leen este blog desde tierras cercanas y allende las fronteras, una cordial y calurosa felicitación.

El dibujo de arriba muestra que en la maternidad no todo es color de rosa, sino una variedad de contrastes y complementos.

Termino esta entrada con unos versos (a propósito del dia) de Gibran Khalil Gibran.


Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no pueden visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.



PD Otro poco de humor, de Maitena. 


miércoles, 20 de abril de 2011

Del otro lado




En este camino plagado de abrojos hay días que uno puede hacer una pausa .  Pero no para rendirse .Sino para tomar un respiro y seguir adelante. Aunque lo haya hecho cientos de veces. Aunque haga lo mismo varias veces al día. Aunque ninguna me falle. Siempre es un reto nuevo, una prueba de la que todos -no solo yo, ni mi ego- deben salir airosos. De nada vale ser tecnicamente perfecto si no se deja algo de cariño en lo que se hace. 

Gracias compañeros, por dejarme una esquinita en la foto de su historia. Por estar en el nacimiento de su hijo. Del postoperatorio que se llenó de alegría. Por que nadie se acordó del dolor. Por la analgesia peridural que se fue desgranando en muchas sonrisas. Por su gratitud que, al mismo tiempo, no tengo manera de agradecer.

El reto del acróbata no es repetir lo mismo cientos de veces, sino de hacerlo bien, todos los días. Hasta con los ojos cerrados. En sueños. Cerrar los ojos, aislar el campo y entregarse, como en un acto sagrado, al ejercicio, a aquello que provoca los aplausos, pero que a nadie deja tan satisfecho como a el.

lunes, 4 de abril de 2011

El dolor que es incurable


Como gente que se dedica a trabajar todos los días con semejantes en el plano mas íntimo y cercano a los dos extremos vida/muerte es de entenderse que las tragedias (que son de diario ultimamente) no nos puedan ser ajenas. Una de las mas recientes es la que segó la vida del jóven hijo del poeta mexicano Javier Sicilia hace unos días. El país, lo mejor de las personas se está corrompiendo. 

Para este tipo de dolor, no hay medicina que lo cure. Ni palabras. Nada se le puede parecer al dolor de quedarse sin un hijo. Como el mismo Javier dijo, es algo totalmente antinatural.
Hace unos días, siete jóvenes fueron torturados y asesinados cerca de la bella ciudad de Cuernavaca, a menos de cien kilómetros al sur de la Ciudad de México.

En principio, son solo siete jóvenes más que unir a los 35.000 fallecidos violentamente en México desde que Felipe Calderón llegó a la presidencia de la República a finales de 2006 y declaró una guerra sin cuartel al crimen organizado.
A esos 35.000 muertos, de los que 9.000 aún están sin identificar, hay que unir las más de 5.000 personas que, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, están desaparecidas. Muertos sin nombre, muertos sin justicia, muertos sin tumba ni memoria ni piedad porque muchos de ellos, además, son muertos sospechosos.
No en vano el Gobierno de Calderón y sus intelectuales en nómina hicieron correr la especie –cada vez más cuestionada por la realidad—de que la inmensa mayoría de los caídos son sicarios asesinados por otros sicarios.
Pero resulta que los siete jóvenes torturados y asfixiados hace unos días muy cerca de la bella ciudad de Cuernavaca sí tenían nombre. Y uno de ellos, además, se llamaba Juan Francisco Sicilia, era hijo del poeta Javier Sicilia, quien recibió la brutal noticia mientras se encontraba de viaje en Filipinas. En el vuelo de regreso a México, escribió un poema -el último- dedicado a su hijo:

El mundo ya no es digno de la palabra
Nos la ahogaron adentro
Como te asfixiaron
Como te desgarraron a ti los pulmones
Y el dolor no se me aparta
Sólo queda un mundo
Por el silencio de los justos
Sólo por tu silencio y por mi silencio, Juanelo.

Al llegar a México, Javier Sicilia lo leyó en público, rodeado de amigos, en el zócalo de Cuernavaca. Luego, anunció: “Es mi último poema. No puedo escribir más poesía. La poesía ya no existe en mí”.
Dicen los que lo conocen que el poeta Javier Sicilia es un tipo extraordinario, que enseguida se percató de que su dolor –recogido por los medios gracias a su notoriedad pública— es también el dolor anónimo de miles de padres mexicanos que no solo tienen que llorar a sus hijos muertos, sino también velar por su honor y buscar una justicia improbable (el 98% de los delitos en México queda impune). Así que, haciendo de tripas corazón, el poeta ha hablado por todos: “Estamos cansados, muy dolidos. Cada muchacho que se está muriendo ya se está volviendo el hijo de cada uno de los seres de esta nación. El corazón de México está podrido por la violencia criminal…”.
El miércoles 6 de abril, a las cinco de la tarde, una manifestación recorrerá el centro de la ciudad de México desde la explanada de Bellas Artes hasta el Zócalo. Por Juan Francisco. Por sus seis compañeros de infortunio, por los 35.000 mexicanos que en cuatro años han perdido la vida violentamente, por los 5.000 que siguen desaparecidos y por los que día a día –en la violenta frontera norte pero también en ciudades tan bellas y hasta ahora tan pacíficas como Cuernavaca— pierden la vida inútilmente. Se acabó la poesía. Es hora de escuchar lo que Javier Sicilia tiene que decir en la prosa rota de su dolor: “Estamos destruyendo lo mejor de nuestra gente, de nuestros muchachos, los que tienen escasas posibilidades y son gentes de bien y los que no tienen oportunidades y están siendo carne de reclutamiento de los carteles”. Le pido a cada uno de los que han perdido un hijo que no ceje, que nos unamos con los grupos de solidaridad, con los amigos, con los que están luchando, para que esto no vuelva a suceder”.

martes, 29 de marzo de 2011

Duérmete...






Pocas cosas inquietan tanto a los padres como la fiebre en sus hijos. Calentura como popularmente le llamamos en México. Sin entrar en pesquisas sindrómicas, pocos textos literarios como este de Jaime Sabines describen tan bien el desvelo del padre junto al lecho del pequeño que padece.



DUÉRMETE, MI NIÑO, CON CALENTURA,
con dolor de cabeza,
estírate.
Duérmete con todo el cuerpo, niño,
envidia de los ángeles,
hijito enfermo.
Duérmete sin el grillo,
sin la aguja,
sin hambre.
Duérmete hasta mañana.
Duérmete, duérmete.
Vámonos a dormir,
a dormirnos.
El tubo de la noche, estírate.
Que se diga que julio se duerme.
(Porque en la noche viene Tará
y te quita la enfermedad.
Luego encendemos el sol
con un cerillo de alcohol.)
Pero duérmete mi niño,
mi pedacito, a dormir,
a dormirse ya.
(Don julito el fanfarrón,
don julito es un fregón.)
Voy a sacudir tu cama:
que no tenga calentura
ni dolor de barriga
ni pulgas.
Aquí pongo este letrero
contra los mosquitos:
que nadie moleste a mi hijo.
Vamos a cantar:
tararí, tatá .
El viejito cojo
se duerme con sólo un ojo.
El viejito manco
duerme trepado en un zanco.
Tararí, totó.
No me diga nada usted:
se empieza a dormir mi pie.
Voy a subirlo a mi cuna
antes que venga la tía Luna.
Tararí, tuí,
tuí.

(1956)

Si le interesa conocer mas de la obra fundamentalmente poética de este escritor mexicano, puede dar click aqui. 

martes, 22 de marzo de 2011

Los otros paradigmas...y charlatanerías.


Hablamos aqui hace unos días de algunos de los paradigmas que afectan el comportamiento y el desempeño del anestesiólogo, incluso desde que se encuentra en formación. Desgraciadamente no es la nuestra la única rama de la medicina donde se generan este tipo de paradigmas, dogmas o creencias mal fundamentadas de las que al final de la cadena, los pacientes son víctimas. También en la pediatría de unos años para aca la vacunación ha estado severamente cuestionada. Yo no se si la vacuna del H1N1 haya sido negocio de unos pocos (no lo dudaría, a decir verdad) pero es un hecho irrefutable que la medicina tal como la conocemos hoy, incluso la historia de la humanidad no sería lo mismo sin 4 hechos fundamentales que cambiaron la historia de raíz: La cirugía, los antibióticos, las vacunas y desde luego (junto con la primera y no menos importante), la anestesia.

Vivo en un país tercermundista en vías de desarrollo que sin embargo, posee una larga historia de exito en términos de vacunación. No es algo que aplaudirle a gobierno alguno, sino a los trabajadores de salud del piso mas bajo de la sociedad que desde siempre han hecho hasta lo indecible para que las vacunas lleguen a todos los niños. Incluso en México es un requisito mas o menos generalizado que para ingresar a la educación preescolar (el kindergarten) debe tener al corriente la vacunación.

Recuerdo en el año de mi servicio social rural haber escuchado historias verdaderamente heroicas de técnicos vacunadores, que no eran sino pobladores a quienes se les enseñó a vacunar y se les mandó a cumplir con su tarea y que la superaron con creces, a mi personalmente, me tocó recibir mas de una vez en la madrugada y bajo un aguacero torrencial a alguno de estos técnicos que llevaban hasta mi clínica rural la vacuna que en su pueblo no podían conservar porque la lluvia los dejaba sin electricidad. Sin mas daban la vuelta y regresaban, como decimos en México, a golpe de calcetín otras 3 o 4 horas hasta el pueblo del que habian venido, y no hace muchos años de esto. Se perdían en la noche y la lluvia a veces sin aceptar una taza de café. No volvía a verlos sino hasta varios días después que escampaba y el suministro de energía era mas o menos constante. Entonces regresaban por su termo con vacuna y emprendían el regreso.


Pues resulta que mientras todo esto pasaba en la agreste serranía de Oaxaca, allá en el mundo civilizado, un tal Andrew Wakefield defendía con todo esfuerzo que la vacuna contra sarampión, rubeola y parotiditis (que en México conocemos como SRP) causaba autismo. Al final todo terminó en un escandaloso no debimos publicar eso de la prestigiada revista The Lancet que publicó el manoseado estudio del médico de marras. De donde se puede ver que hasta en las mejores revistas (con los mejores niveles de evidencia) se les cuelan tarugadas. Pero el golpe ya estaba dado y gracias a este escándalo miles de padres siguen viendo con renuencia no solo la SRP sino muchas, si no es que todas, las vacunas.

Es decir que si la viruela, la polio y otras tantas enfermedades ya no existen, a este amigo y sus seguidores, les tiene sin mayor cuidado.


Afortunadamente hay quienes se tomaron el asunto con mas humor, como ZDoggMD quien puso letra a una canción que seguramente debe ser muy pegajosa en el idioma original. El mensaje es lo importante. Aquí la traducción ya que la versión original carece (aun) de subtítulos.



"Get your shots on!" (¡Adelante con tus vacunas!). Abajo, la traducción de la canción.


Realmente quiero vacunar
Lo deseo tanto…
Protegerte contra gérmenes que aún no has tenido.
No quiero que te den paperas, ni tampoco meningitis,
Tosferina, hepatitis o la gripe.

Pero a todos lados donde miro
Internet está difundiendo mentiras
(¡Las vacunas causan autismo!)
Tantos padres asustados por cuentos de hadas y odio
Tengo que educar
Para poder vacunar.

Muchos padres asustados por el mito,
Se están meando en los pantalones
“No se necesitan inyecciones” se mofan los idiotas,
¡Ahora sus hijos tienen tos convulsiva!

Este payaso Wakefield dijo que las inyecciones te hacían autista
¡Pero al bobo le pagaban los abogados para alterar la estadística!
Y ahora la comprensión del público no es nada realista
¡Estas mentiras en Internet me hacen perder los estribos!

Como el aluminio en las vacunas, la gente dice, “¡Oh, no!”
Pero recibes más en tu dieta cuando comes pastelitos.
Los bobos creen que la vacuna contra la gripe les da gripe.
Pero la vacuna detiene la gripe, ¡lo que tienes es un resfriado, tonto!

Afirman que las vacunas y no la enfermedad te enferman…
Como dijo Gary Coleman, “¿De qué hablas, Willis?”

Pero a todos lados donde miro
(¿Qué ves, qué ves?)
Algún supuesto “experto” difundiendo mentiras
¡No sabes a quién creerle!
Un programa de entrevistas diferente cada noche
¿Por qué lo emiten? ¡Que no jueguen contigo!
¡Pues sería genial que todos nos vacunáramos.!
¡Todos deberíamos vacunarnos!

¡Inmunidad de manada!
¡Adelante con tus vacunas!

Los pacientes me preguntan qué haría por mis familiares
Sabiendo mucha medicina les enseñaría las vacunas
¡Salvan más vidas que prácticamente cualquier cosa!
No dejo que mi hija suba a un auto sin su asiento,
¿Por qué voy a dejarla que sufra tosferina, sarampión o paperas?

Éstos no son los disparos que mataron a Tupac*
¡Frenaron la polio para que los niños pudieran caminar!
Evitaron la sordera, el retraso mental…
Cambiaron el mundo…
Claro que sí
¡Se las voy a dar a mi hijita!

No vacunes a Chuck Norris, sería estúpido
¿Chuck necesita vacunas? No, ¡las vacunas lo necesitan a él!
Para meterte algo de sentido común a golpes
Hacer lo que hay que hacer
Para que nuestros hijos sigan en el parque de juegos
No metidos en un pulmón de acero…

Realmente quiero vacunar
Lo deseo tanto, Dr. Harry
Protegerte contra gérmenes que aún no has tenido.
No quiero que te dé viruela, no quiero que te den paperas,
Ni el rotavirus, las aguas, la polio, la rubeóla o la gripe H
¡Son enfermedades prevenibles, hombre!

Pero a todos lados donde miro
(¿Qué ves, qué ves?)
Algún actor de segunda difundiendo mentiras
¿Jenny? ¡Es de cuarta, vamos!

Atiende a la razón, escucha antes de que sea demasiado tarde…
(No llores, hombre.)
Podemos mantener seguros a nuestros hijos
(No, no, de verdad, no llores.)
¡Si tan sólo los vacunamos!
(¡Eso NO es gangsta!)
¡Simplemente debemos vacunar!
(¿Tengo que conseguirte un pañuelo?
Sécate los ojos, diles lo que quieres…)

Realmente quiero vacunar
Lo deseo tanto.

                   ZDoggMD

(*Nota: "Shot" en inglés lo mismo significa "inyección" que "disparo". El rapero Tupac murió de un disparo, no de una vacuna.)


jueves, 10 de marzo de 2011

El miedo...y la enfermedad terminal.

Susan Sontag (1933-2004)


Hace tiempo que lei un libro, un gran libro, pienso yo, de una escritora ( estadounidense bastante atípica) desgraciadamente ya fallecida. Susan Sontag. "La enfermedad y sus metáforas". Desde la portada llama poderosamente la atencion. Hércules luchando contra la Hidra. Hércules tiene un gesto doloroso que desencaja sus rasgos, al menos yo lo veo así.

Resulta todo un estudio interesante sobre como a lo largo de la historia de la humanidad , la enfermedad ha sido manipulada como sinónimo de estigma de todo tipo en las mas variadas culturas. No es mi intención hacer aquí una reseña  ni crítica del libro. Sólo me voy a permitir transcribir las primeras líneas de dicha obra para dar un breve preludio de lo que quiero compartir (Con su venia, doña Susana.)

La enfermedad es el lado nocturno de la vida, una ciudadanía más cara. A todos, al nacer, nos otorgan una doble ciudadanía, la del reino de los sanos y la del reino de los enfermos. Y aunque preferimos usar el pasaporte bueno, tarde o temprano cada uno de nosotros se ve obligado a identificarse, al menos por un tiempo, como ciudadano de aquel otro lugar.


Pero estamos en el quirófano. La escena hace apenas unas horas. Paciente de 34 años con insuficiencia renal  crónica, terminal. Diabética, hipertensa, con todas las alteraciones posibles propias de su enfermedad. Nunca tuvo hijos. Está ahi para que le practiquen una fístula arteriovenosa como parte de su tratamiento. Admito que me sorprende ver a alguien tan joven en condiciones tan francas de deterioro.

La están operando y la plática entre nosotros va mas o menos así:
¿Que tiempo lleva enferma?

Hace como un año. Un día me encontraron desmayada en mi cuarto. Y me llevaron al hospital, me querían poner la diálisis (peritoneal).

¿Y por que no aceptó?

Es que me daba miedo.

Pero vaya, sus medicamentos que tomaba antes de ese día ¡¿Por que no los tomaba?!

Es que me daba miedo que me fueran a hacer daño

¿Y ahora? ¿Por que no quería la fístula?

Me daba miedo la anestesia. Pensé que iban a dormirme toda. 

(aclaro que esta cirugía se hizo bajo anestesia local, ergo pudimos platicar sin mayor problema)

Mi  siguiente pregunta sale de lo curioso, sin esperar nada. Y la respuesta me desarma por completo.

Y de aqui en adelante. ¿Tiene miedo de lo que venga?

No se cuando, pero sé que me voy a morir. Pero la muerte....morirme...eso no me da miedo.


Por eso me acordé de Susan Sontag.



sábado, 5 de marzo de 2011

Buenos, malos, regulares...y pésimos



Es frecuente en el medio de la farándula medicina toparse con compañeros mas o menos interesados por ayudar al semejante, algunos con méritos bastante bien ganados, otros con antecedentes de turbios a francamente pantanosos y de fama o reputación poco aconsejable. Hoy comparto un texto que a la vez, me compartieron.

Aclaro que cualquier parecido con la realidad, es mera y pura coincidencia.


Las dos cualidades más importantes del médico en el ejercicio de su profesión son la honestidad y su capacidad.
Con el objetivo de proporcionar a los lectores una orientación para encontrar un buen médico, entendiéndose con esto como aquel que está bien preparado y es honesto, y asimismo, alertar sobre el riesgo que ha existido siempre de caer en manos de médicos deshonestos.


Se describen cuatro categorías de médicos, basadas en dos aspectos
básicos, la capacidad profesional y los valores morales:

a) Los médicos capaces y honestos
b) Los médicos capaces, pero deshonestos
c) Los médicos poco capaces, pero honestos
d) Los médicos incapaces y deshonestos

El lector debe tener en cuenta que en cada categoría hay variedad y grados, sin embargo, en la honestidad no hay grados, se es honesto o no se es; entre los médicos capaces, hay unos más capaces que otros.
Se señalan algunas características de las cuatro categorías:

a) El médico “capaz y honesto”, llamado Pedro Bueno.

Se trata de un médico bien preparado, que se actualiza y que es honrado “de nacimiento”.
Fue educado con el respeto a los principios morales. La rectitud que es parte de su naturaleza y ocupa el lugar más alto en su escala de valores. Se gana la vida ejerciendo su profesión con eficiencia y probidad. Pedro Bueno, revisa cuidadosamente a sus enfermos, les informa con detenimiento y claridad la naturaleza del problema que los aqueja y el por qué del tratamiento que propone. Es respetuoso actuando en aquello que domina y, cuando el caso lo amerita, sabe referir a sus enfermos a otros médicos, siempre capaces y honestos. Nunca exige dinero del médico a quien refirió el caso. No solicita auxiliaries de diagnóstico cuando no hay necesidad de ello y cuando considera necesario hacerlo no acepta pagos (o bonos) que provengan
de gabinetes de laboratorio, radiología o de hospitales. No vende medicamentos, se limita a prescribirlos y el paciente puede comprarlos en la farmacia de su preferencia.

Entre los médicos “capaces y honestos” unos son careros, otros cobran honorarios promedio del lugar y época, y algunos cobran poco; diversidad que hay que respetar porque cada quien está en libertad de ponerle precio a su trabajo. Lo significativo a este respecto es que cada peso que gana Pedro Bueno es merecido y bien habido. Los hay comunicativos y amigables, o bien, circunspectos y serios; unos tienen consultorios de lujo, otros consultorios modestos, unos tienen mucha clientela y otros poca o ninguna; unos se
anuncian en la Sección Amarilla, otros ni siquiera tienen un rótulo visible. Un Pedro Bueno jamás alarma indebidamente ni ofrece falsas expectativas; no oculta la verdad para lo que fue consultado. Estudia al paciente, le manifiesta su opinión y expone sus recomendaciones y el enfermo decide, libre de presiones, por su propia voluntad.

b) El médico “capaz, pero deshonesto”, llamado Soilo Máximo

La única característica que comparte Soilo Máximo con Pedro Bueno es la capacidad profesional. Soilo  Máximo también es un médico bien preparado y actualizado.
Pero los Soilos no nacieron honestos, nacieron con largas uñas. Por lo general, son comunicativos y  sumamente atentos, amigables y simpáticos. Sus enfermos suelen recomendarlos con frases como estas “ve a consultar a mi médico, es muy buena gente” o es “muy cuate”, “te trata  muy bien”, “es encantador”, “es un genio y, además, muy humano”.
Soilo Máximo ejerce la medicina con un objetivo primordial; hacerse rico a como dé lugar y pronto. Si son cirujanos practican operaciones innecesarias, los “salvan” y el paciente y familia, los recomiendan ampliamente.
Cuando se va a dormir, sueña con los posibles incautos del día siguiente.
Cuando el padecimiento amerita la interconsulta con otro médico, lo envía a otro Soilo Máximo. Es carero, pero se adapta, ¡no faltaba más! a las posibilidades económicas de los pacientes. Por lo general, tiene mucha
clientela y su consultorio suele ser de lujo.
El gran “pero” de los Soilo Máximo es que les encanta transferir la cuenta bancaria de sus pacientes a la cuenta bancaria propia, son geniales para hacerlo y también implacables.
Internan pacientes cuyo padecimiento podría ser manejado en el domicilio, o hasta ambulatoriamente, pues esto magnifica el problema y facilita cobrar más honorarios y entradas extras al hospital. Si vislumbran que el paciente cuenta con recursos, solicitan una batería de estudios de laboratorio, ordenan una tomografía computarizada o una resonancia magnética, es para ellos casi una regla, es obvio que perciben “bonos” delos laboratorios, gabinetes radiológicos y hospitales.

c) El médico “poco capaz, pero honesto”, llamado Pedro Asecas.

¿Se puede ser las dos cosas?, ¿no hay contradicción? No. No hay contradicción, se puede ser honesto sin ser muy capaz. Se trata de médicos que, como los Pedros Bueno ejercen la medicina con absoluto respeto a la ética, son honorables desde que nacieron y si bien Pedro Asecas no tuvo la oportunidad de realizar estudios de posgrado ni de profundizar conocimientos en algún campo de la medicina se mantiene actualizado en los aspectos relevantes de la medicina general y, muy especialmente, sabe sus limitaciones, las acepta y actúa en consecuencia. Como Pedro Bueno, Pedro Asecas es respetuoso y por ser honestos y autocríticos se comportan con suma cautela. Brindan a su paciente amabilidad, buen trato, calidad humana y sobre todo, la mejor opción para curarse, porque tienen la sabiduría de saber referir un caso cuando lo juzgan necesario a Pedro Bueno.

Los Pedros Asecas por lo general tienen mucha consulta y es justo reconocer que es bien ganada. Por eso, para un Pedro Bueno es muy valioso un Pedro Asecas pues leenvía muchos casos; los honorarios se reparten, pero no aumentan para el paciente.
Pedro Bueno resuelve el problema cobrando menos de lo que acostumbra, y Pedro Asecas, recibe la diferencia. Es una simbiosis de la que ambos se benefician, sin agravar en el aspecto económico al enfermo. Esto no sucede cuando la combinación es entre Soilos. Con ellos los costos, en el mejor de los casos se duplican.

d) El médico “incapaz y deshonesto”, llamado Soilo Peor

Un seudomédico de éstos debe ser considerado como el “enemigo público número uno”.
Son capaces de cualquier cosa, ¡hasta de operar de la próstata a una mujer! Su lema es: éntrale a todo y que no se te escape nada.
Los Soilo Peor son causa frecuente de mortalidad.
Tapizan sus consultorios de diplomas que ellos mandan a hacer o sin validez curricular; prescriben entre 5 y 8 medicamentos por receta que ellos venden directamente en la farmacia de su propiedad.
Los Soilos Pior carecen de autocrítica, por lo tanto, el peligro que significa su deshonestidad aúnan otro, tan mortal como el anterior, que es su inconsciencia de ser incapaces.
Lo inexplicable es que tienen clientela y salen, quiensabe cómo, de los problemas en que se meten.
Un Soilo Pior siempre le manda los pacientes a un Soilo Máximo, un Soilo Máximo, siempre envía paciente a otro Soilo Máximo. Los Soilos rehúyen todo contacto profesional con los Pedros.
No es fácil para el paciente saber si se está frente a un Pedro Bueno o Asecas, o frente a Soilo Máximo o Pior.  Hay Soilos Pior que visten como duques y Pedros Bueno que dan consulta en pantalones de mezclilla y zapatos tenis.
No escasean los Pedros Bueno que hablan parcamente y con un lenguaje demasiado científico, los Soilos Pior se expresan como genios de la medicina y con una claridad insuperable. Hay Soilos Pior que bien podrían pasar por un catedrático alemán. Tienen consultorios en penthouse, equipados con todos los adelantos de la industria mueblera, pictórica, cibernética, telefónica, musical y médica.


Y ustedes, ¿que opinan? 


domingo, 27 de febrero de 2011

El Residente II / Nadie sabe



El no lo sabe. Pero haga lo que haga, esta noche su paciente va a morir.


A el nadie le ha enseñado como se dan esas noticias. Afuera hace un frío que cala los huesos, no hay cigarrillo ni café que pueda quitarle la sequedad de boca que le ha dejado el cansancio de tantas horas. Los días de no dormir, las veces de no comer, las dos tabletas del antiácido que apenas le ha dado tiempo de tomar.

Nadie sabe que el quiere ser el mejor, que ha dejado mucho en el camino para llegar hasta aquí, y que mañana -cuando la guardia termine- irá arrastrando los pies y el alma hecha jirones de camino a un cuarto en el que no vive nadie que lo espere para preguntarle como le fue.

Pero nadie sabe, tampoco, que el no se va a rendir. Que aguanta eso, y aguanta mucho mas. Porque no hay nadie que ame tanto lo que hace, como él.


Dedicado a todos los residentes que estén de guardia en este momento, en particular a aquellos que en el sistema nacional de residencias en México, están a sólo unas horas de terminar formalmente un año más de residencia. Quizá el último. Y que quizá sea la bienvenida al desempleo en este país.

El Residente I / Paradigmas en anestesia



Un buen dia, un residente llega al hospital donde eligió (o le tocó, o donde lo aceptaron para) formarse.  Para ser un especialista, de los mejores según él. Se presenta con los médicos titulares, es amable, cortés, llega hambriento de conocimientos. Todo es nuevo, todo es interesante, tiene ganas de  aprender mucho y tener todas las cirugías que pueda. Pero van pasando los días y al poco, muy poco tiempo después, el mismo residente ha adquirido un rosario de mañas y malas costumbres en su proceder. Falta a las guardias,  llega tarde, se desaparece, le busca "pero" a todos los pacientes con tal de que no se operen. Ergo, trabaje menos pues.

He aquí pequeños botones de las sandeces de este espécimen, de este anestesioblasto (como dice Jomeini) cada vez peor diferenciado.

  • Tiene muy alto el potasio, hay que corregirlo  (en un insuficiente renal)
  • Trae la presión alta (150/90 mmHg,  en un chiquitin de apenas 85 años)
  • No trae química sanguínea (¿para una analgesia obstétrica?)
  • No puedo darle general porque trae tos (¡¡¡pero si es enfisematoso!!)
  • Está anémico (el mismo insuficiente renal del primer enunciado)
  • Primero que lo estabilicen los internistas, y luego lo pasamos. (en un paciente ASA V, y ¿para que está uno, entonces?)
¿Donde se jodió la cosa para este amigo?

Estamos hechos de procesos, de causas, de azares, pero inevitablemente también de consecuencias. De dichos, de costumbres, de dogmas incluso que no tienen fundamento alguno, de lo menos evidente. Y en anestesiología podemos hacer un buen tanto de estas premisas.

  1. A los niños no hay que relajarlos para poderlos intubar
  2. Se le va a necrosar la tráquea si usas un tubo con globo
  3. Poquita anestesia . Un poquito de esto, un poquito de lo otro, abrele al vaporizador -pero poquito- y ya.
  4. No pasa nada, tu pícale.
Y con este bagaje de pocos conocimientos y muchas pero muchas mañas, el proceso sigue, el residente deja de serlo y anda suelto por el mundo a diestra y a siniestra.  No sabe porque hace las cosas como las hace, cree que funcionan, el está seguro que está en lo correcto.  Y cuando tiempo después, la vida extrañamente cíclica pone en su camino otro novel residente el ciclo se repite y la pinza se cierra.
No hay fundamentos, solo creencias, malas creencias, paradigmas.

Algo de lo que se muestra en este vídeo.

viernes, 18 de febrero de 2011

¿Y el alma, que?






A Ivan Illich solo le interesaba la siguiente cuestión ¿su enfermedad era grave o no? El médico opinaba que era inútil y que no se debía dilucidar. Era preciso averiguar en cambio si se trataba de un riñón flotante, de un catarro intestinal crónico, o de una enfermedad del intestino ciego. No se trataba de la vida de Ivan Illich, sino tan sólo de saber cual era su padecimiento… Ivan dedujo que estaba grave. Sintió compasión por si mismo y un gran rencor por el médico, indiferente ante su problema tan grave. ¿Pero dígame, es grave mi enfermedad? Ya le he dicho lo que considero necesario y conveniente, el análisis dirá lo demás… Lograba engañarse mientras nada le emocionase. Conforme consultaba más médicos aumentaban sus dudas y su temor. ¿Acaso no están convencidos todos excepto yo, de que me voy a morir?… La mentira, la mentira adoptada por todos era lo que más le desesperaba. Aquella mentira en torno suyo y dentro de si mismo envenenó más que nada los últimos días de su vida. Lloró a causa de su impotencia, de su terrible soledad, a causa de la crueldad de los humanos…

Leon Tolstoi. "La Muerte de Ivan Illich"


Ninguna rama de la medicina escapa a la ética, a lo que va mas alla de la ciencia en terminos estrictos, a la parte de nuestro quehacer que se mete en cuestiones no solo éticas, sino filosóficas, mas o menos morales segun la conciencia de cada uno e incluso en ciertos terrenos metafísicos. La anestesiología desde luego, no se queda atras. Todos los días manipulamos un sistema nervioso que a la naturaleza le tomo millones de años perfeccionar. En un momento nuestro paciente esta despierto, minutos despues esta dormido e insensible al dolor y a lo que ocurre a su entorno, para posteriormente, regresar a nuestro lado, sano, salvo, despierto, completo en todo lo que lo hace un ser humano.

Hace 125 años que Lev Nikoláyevich Tolstoi abordó un poco tangencialmente el problema de la ética médica en la obra citada arriba. Hoy las preguntas siguen siendo las mismas y han surgido algunas impensables hace apenas años ¿son morales el trasplante, la clonación, la fertilizacion in vitro, los cuidados paliativos hacia el final de la vida, la eutanasia? ¿Cuáles si, o que parte de ellos no lo es? 

Para quienes admiten la existencia divina de un ser superior y rigen -o al menos procuran- la mayoría de sus actos en concordancia con sus principios morales es claro que surgen mas preguntas conforme se avanza.

Al menos en mi caso, pensando que no todo la esencia del hombre es física, ni bioquimica, aunque la naturaleza haya hecho evolucionar cada uno de nuestros sistemas a puntos increíbles de precisión, quedan dudas. Pienso que el sistema nervioso es quizá el mas evolucionado de nuestra esencia. Permite pensar que pensamos. Permite la conciencia del entorno, del semejante, de los sentimientos, las emociones, la inteligencia.

 En la antigüedad se consideraba que el hombre (entíendase el SER HUMANO) era una dicotomía de alma y cuerpo, independientes entre sí. Una inmortal y trascendente, el otro corrompible y temporal. Pero siempre separados. Pasaron muchos siglos de filosofía y teología para reconciliar ambas ideas. El hombre sin cuerpo no existe, el alma sin cuerpo no tiene donde descansar.

Cuando anestesiamos a un paciente. ¿Todo es sueño? Manipulamos su parte fisiologica: el número de respiraciones, su presión arterial, su temperatura y una larga lista de etcéteras. ¿Y su phyisis? Eso que lo vuelve único, irrepetible, eso ¿a donde se queda mientras?

No queda duda que el nuestro es un trabajo complejo. La anestesiología aun encierra una serie de misterios, de magia, de arte al que apenas nos asomamos maravillados ante el portento de la creación. El ser humano. El mejor ejemplo de la esperanza, la maquina perfecta que graba noche y día grillos y canarios, martillos, turbinas, ladridos, chubascos....






viernes, 4 de febrero de 2011

Arriba y abajo



Bien que le pensé como titular esta entrada. Había pensado algo como "ninguna derrota es eterna".

Pero vamos platicando. La cosa fue mas o menos así.

La escena después del bloqueo peridural. Paciente de 30 años digamos.Anoche.

Doctor, oiga, no siento nada de lo que me dijo que iba a pasar.

A ver, a ver, (ejem!) mueva las piernas.

Una arriba, otra abajo. Ni rastro del bloqueo.

Explicaciones, excusas, razonamientos, todo estaba de sobra. Adios orgullo que no me falla nada, pues vamonos con anestesia general. Señora, ¡Se va a dormir un ratito!

Al final todo salió bien, la cirugía sin complicaciones y todo quedó en un mal sabor de boca para todos empezando por un servidor, que veía una buena abollada en la armadura reluciente.

Las explicaciones a toro pasado de lo ocurrido, el Dr. Miguel Angel lo explica mucho mejor que yo aquí

Mañana (hoy) será otro día.

7:22 AM suena el teléfono. ¿Estás ocupado? Oye, que tenemos una cirugía en 2 horas. Un tumor cerebral.

Llego a la clínica, reviso al paciente, su expediente, platico con el, con su familia. El diagnóstico. Tumor de fosa posterior. ¡Lotería! Una cirugía que amerita consideraciones anestésicas muy particulares. De las que no hay todos los días, pues.

5 horas de excelente cirugía. Que digo excelente, una delicia. Buena comunicación con los neurocirujanos. El paciente bien desde el principio, despertó sin problemas. Entró despierto a su cuarto. Así, las horas pasaron volando.

Todo lo contrario de la noche previa.

En medicina a veces es dificil distinguir incluso en el mismo día, cuando se está arriba, cuando se está abajo. Como en la imagen de arriba. Como en el eterno caminar al filo en que se mueven (nos movemos) todos los médicos. A veces nos equivocamos como cualquier ser humano. Hay errores y ERRORES. Pero de todo ello, siempre se aprende. Y los pacientes siempre son los mejores maestros.

Parafraseando a don Silvio. Uno podria andar por la calle, publicar incluso (exacto, puede ser a través de un blog) que uno es el non plus ultra. Hay días que se toca fondo. También yo me declaro imperfecto. Prefiero ser abierto, a pasearme anunciando que soy la maravilla.

martes, 1 de febrero de 2011

Lo menos evidente





De unos años para aca, está relativamente de moda el estudiar algun tema unas 30 veces, en 30 estudios diferentes, con una cantidad infinita de pacientes y despues de eso, hacer otros tantos estudios con la consigna de decir que de los 30 estudios anteriores, unos cuantos estan sesgados, otros no sirven y apenas unos poquitos confirman un resultado que en el mejor de los casos es bastante dudoso. A grandes rasgos siginifica que si algun resultado en medicina no está fehacientemente comprobado, o al menos publicado en alguna publicación de prestigio, no es válido como referencia y carece de nivel. Hace ya algunos años que el British Medical Journal ha publicado algunas alternativas cuando no se tenga a mano lo anterior, en tono medio en serio, medio en broma, y que explica al menos en parte el por que de nuestra pluralidad médica, o como se dice popularmente, de todo (pero de todo) hay en la viña del Señor.... Ahora entiendo porque hay tanto médico, como decimos en México, taquillero.


 Existen desde luego, y no es broma, mas maneras publicadas de hacer medicina. Medicina basada en la arrogancia, en la propaganda, y desde luego, ¡como si no! en el tratamiento nuevo que está de moda.

  • Medicina Basada en la Eminencia.
    Cuanto más experto es el médico, menos importancia presta a la necesidad de algo tan mundano como la evidencia. Según parece, la experiencia supera cualquier evidencia presentada. Estos compañeros tienen una fe conmovedora en la experiencia clínica, que se define como «cometer los mismos errores cada vez con más confianza a lo largo de una cantidad impresionante de años». Las canas y la calva del eminente médico crean el denominado el “efecto halo”.
  • Medicina Basada en la Vehemencia
    La sustitución de la evidencia por el volumen de voz es una técnica efectiva para intimidar a los compañeros con poco carácter y para convencer de tu capacidad a los familiares del enfermo.
  • Medicina Basada en la Elocuencia.
    El bronceado (incluso en invierno),el consultorio impecable, el auto lujoso, el traje de Armani, la corbata de seda, el pañuelo en la chaqueta y el palique deberían ser igual de finos. Elegancia de sastre y elocuencia verbal son potentes sustitutos de la evidencia. Una larga lista de etcéteras posibles.
  • Medicina Basada en la Providencia.
    Si el médico responsable no tiene ni idea de qué hacer ahora, la decisión puede dejarse perfectamente en las manos del Altísimo. Desgraciadamente, demasiados clínicos son incapaces de resistirse a que Dios les ayude con la toma de decisiones.
  • Medicina Basada en la propia inseguridad
    Algunos médicos ven un problema y buscan la respuesta. Otros simplemente ven un problema. El médico inseguro puede no hacer nada por un sentimiento de desesperación. Lo cual, por supuesto, puede ser mejor que hacer algo sólo porque de lo contrario le dolería el mugre orgullo.
  • Medicina Basada en la fobia
    El miedo a la demanda es un estímulo poderoso para el sobrediagnóstico y el sobretratamiento. En una atmósfera de demandafobia, la única prueba equivocada es la que no pediste.
  • Medicina Basada en la Confianza.
    Queda restringida a los cirujanos
Aquí el artículo del British Medical Journal, que conste que no es broma.