jueves, 28 de agosto de 2014

Debiera decir

Que estoy muy a gusto en mi poltrona

que tengo días de trabajo saturados con emociones y patologías a tope, y que eso es lo mas normal.

que Palestina está muy lejos, y a quien le importa si lo de hoy es el jueguito ese imbécil de tirarse agua helada encima...

Hay días que no puedo. Mi mente aunque no quiera toma camino del viento, se aleja y padece por no estar cerca de donde debiera...

Días en que me duele ver como la vida de mis pacientes se va a raudales entre mis manos, en una espera dolorosa e innecesariamente cruel.

Cuando no se como explicarme la muerte del hijo del amigo, apenas unos meses mayor que mi propia hija.

Percibo un olor a piedad mustia que me repugna.

Y apenas siento que mi aporte no es mas que una gota que se pierde en el océano.

Pero ese poquito también lleva mi corazón, mucho de mi dolor y mis preguntas.

Mañana volveré a enfrentarme a mis opciones que a veces se tornan escarpias. También ahí está mi corazón.


Posted via Blogaway

1 comentario:

  1. Siempre es complicado atender a la familia o a los amigos, es como un dolor al doble si debes dar una mala noticia....

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