Pareciera que todos los días están destinados a terminar igual. O parecido. La garantía de la rutina debería al menos dar esa certeza. Incluido el trabajo. No siempre es así.
Hoy vi a la paciente cuya placa es ésta. Brazo con trauma severo. Amputacion parcial del mismo por accidente de trabajo fabril. No llega a los 20, y en casa un niño depende por completo de ese trabajo que hoy no acabó igual.
Hay momentos de la tormenta que no pueden verse venir. No uno así. Tan lejos y tan unido al instante previo en que la historia no daba aún el vuelco que no podrá borrarse.
Este blog nace de la inquietud de compartir lo que pasa todos los días en el entorno hospitalario, duro, emocionante, árido a veces. Bienvenido al quirófano.
martes, 30 de agosto de 2011
El instante previo
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