martes, 29 de marzo de 2011

Duérmete...






Pocas cosas inquietan tanto a los padres como la fiebre en sus hijos. Calentura como popularmente le llamamos en México. Sin entrar en pesquisas sindrómicas, pocos textos literarios como este de Jaime Sabines describen tan bien el desvelo del padre junto al lecho del pequeño que padece.



DUÉRMETE, MI NIÑO, CON CALENTURA,
con dolor de cabeza,
estírate.
Duérmete con todo el cuerpo, niño,
envidia de los ángeles,
hijito enfermo.
Duérmete sin el grillo,
sin la aguja,
sin hambre.
Duérmete hasta mañana.
Duérmete, duérmete.
Vámonos a dormir,
a dormirnos.
El tubo de la noche, estírate.
Que se diga que julio se duerme.
(Porque en la noche viene Tará
y te quita la enfermedad.
Luego encendemos el sol
con un cerillo de alcohol.)
Pero duérmete mi niño,
mi pedacito, a dormir,
a dormirse ya.
(Don julito el fanfarrón,
don julito es un fregón.)
Voy a sacudir tu cama:
que no tenga calentura
ni dolor de barriga
ni pulgas.
Aquí pongo este letrero
contra los mosquitos:
que nadie moleste a mi hijo.
Vamos a cantar:
tararí, tatá .
El viejito cojo
se duerme con sólo un ojo.
El viejito manco
duerme trepado en un zanco.
Tararí, totó.
No me diga nada usted:
se empieza a dormir mi pie.
Voy a subirlo a mi cuna
antes que venga la tía Luna.
Tararí, tuí,
tuí.

(1956)

Si le interesa conocer mas de la obra fundamentalmente poética de este escritor mexicano, puede dar click aqui. 

martes, 22 de marzo de 2011

Los otros paradigmas...y charlatanerías.


Hablamos aqui hace unos días de algunos de los paradigmas que afectan el comportamiento y el desempeño del anestesiólogo, incluso desde que se encuentra en formación. Desgraciadamente no es la nuestra la única rama de la medicina donde se generan este tipo de paradigmas, dogmas o creencias mal fundamentadas de las que al final de la cadena, los pacientes son víctimas. También en la pediatría de unos años para aca la vacunación ha estado severamente cuestionada. Yo no se si la vacuna del H1N1 haya sido negocio de unos pocos (no lo dudaría, a decir verdad) pero es un hecho irrefutable que la medicina tal como la conocemos hoy, incluso la historia de la humanidad no sería lo mismo sin 4 hechos fundamentales que cambiaron la historia de raíz: La cirugía, los antibióticos, las vacunas y desde luego (junto con la primera y no menos importante), la anestesia.

Vivo en un país tercermundista en vías de desarrollo que sin embargo, posee una larga historia de exito en términos de vacunación. No es algo que aplaudirle a gobierno alguno, sino a los trabajadores de salud del piso mas bajo de la sociedad que desde siempre han hecho hasta lo indecible para que las vacunas lleguen a todos los niños. Incluso en México es un requisito mas o menos generalizado que para ingresar a la educación preescolar (el kindergarten) debe tener al corriente la vacunación.

Recuerdo en el año de mi servicio social rural haber escuchado historias verdaderamente heroicas de técnicos vacunadores, que no eran sino pobladores a quienes se les enseñó a vacunar y se les mandó a cumplir con su tarea y que la superaron con creces, a mi personalmente, me tocó recibir mas de una vez en la madrugada y bajo un aguacero torrencial a alguno de estos técnicos que llevaban hasta mi clínica rural la vacuna que en su pueblo no podían conservar porque la lluvia los dejaba sin electricidad. Sin mas daban la vuelta y regresaban, como decimos en México, a golpe de calcetín otras 3 o 4 horas hasta el pueblo del que habian venido, y no hace muchos años de esto. Se perdían en la noche y la lluvia a veces sin aceptar una taza de café. No volvía a verlos sino hasta varios días después que escampaba y el suministro de energía era mas o menos constante. Entonces regresaban por su termo con vacuna y emprendían el regreso.


Pues resulta que mientras todo esto pasaba en la agreste serranía de Oaxaca, allá en el mundo civilizado, un tal Andrew Wakefield defendía con todo esfuerzo que la vacuna contra sarampión, rubeola y parotiditis (que en México conocemos como SRP) causaba autismo. Al final todo terminó en un escandaloso no debimos publicar eso de la prestigiada revista The Lancet que publicó el manoseado estudio del médico de marras. De donde se puede ver que hasta en las mejores revistas (con los mejores niveles de evidencia) se les cuelan tarugadas. Pero el golpe ya estaba dado y gracias a este escándalo miles de padres siguen viendo con renuencia no solo la SRP sino muchas, si no es que todas, las vacunas.

Es decir que si la viruela, la polio y otras tantas enfermedades ya no existen, a este amigo y sus seguidores, les tiene sin mayor cuidado.


Afortunadamente hay quienes se tomaron el asunto con mas humor, como ZDoggMD quien puso letra a una canción que seguramente debe ser muy pegajosa en el idioma original. El mensaje es lo importante. Aquí la traducción ya que la versión original carece (aun) de subtítulos.



"Get your shots on!" (¡Adelante con tus vacunas!). Abajo, la traducción de la canción.


Realmente quiero vacunar
Lo deseo tanto…
Protegerte contra gérmenes que aún no has tenido.
No quiero que te den paperas, ni tampoco meningitis,
Tosferina, hepatitis o la gripe.

Pero a todos lados donde miro
Internet está difundiendo mentiras
(¡Las vacunas causan autismo!)
Tantos padres asustados por cuentos de hadas y odio
Tengo que educar
Para poder vacunar.

Muchos padres asustados por el mito,
Se están meando en los pantalones
“No se necesitan inyecciones” se mofan los idiotas,
¡Ahora sus hijos tienen tos convulsiva!

Este payaso Wakefield dijo que las inyecciones te hacían autista
¡Pero al bobo le pagaban los abogados para alterar la estadística!
Y ahora la comprensión del público no es nada realista
¡Estas mentiras en Internet me hacen perder los estribos!

Como el aluminio en las vacunas, la gente dice, “¡Oh, no!”
Pero recibes más en tu dieta cuando comes pastelitos.
Los bobos creen que la vacuna contra la gripe les da gripe.
Pero la vacuna detiene la gripe, ¡lo que tienes es un resfriado, tonto!

Afirman que las vacunas y no la enfermedad te enferman…
Como dijo Gary Coleman, “¿De qué hablas, Willis?”

Pero a todos lados donde miro
(¿Qué ves, qué ves?)
Algún supuesto “experto” difundiendo mentiras
¡No sabes a quién creerle!
Un programa de entrevistas diferente cada noche
¿Por qué lo emiten? ¡Que no jueguen contigo!
¡Pues sería genial que todos nos vacunáramos.!
¡Todos deberíamos vacunarnos!

¡Inmunidad de manada!
¡Adelante con tus vacunas!

Los pacientes me preguntan qué haría por mis familiares
Sabiendo mucha medicina les enseñaría las vacunas
¡Salvan más vidas que prácticamente cualquier cosa!
No dejo que mi hija suba a un auto sin su asiento,
¿Por qué voy a dejarla que sufra tosferina, sarampión o paperas?

Éstos no son los disparos que mataron a Tupac*
¡Frenaron la polio para que los niños pudieran caminar!
Evitaron la sordera, el retraso mental…
Cambiaron el mundo…
Claro que sí
¡Se las voy a dar a mi hijita!

No vacunes a Chuck Norris, sería estúpido
¿Chuck necesita vacunas? No, ¡las vacunas lo necesitan a él!
Para meterte algo de sentido común a golpes
Hacer lo que hay que hacer
Para que nuestros hijos sigan en el parque de juegos
No metidos en un pulmón de acero…

Realmente quiero vacunar
Lo deseo tanto, Dr. Harry
Protegerte contra gérmenes que aún no has tenido.
No quiero que te dé viruela, no quiero que te den paperas,
Ni el rotavirus, las aguas, la polio, la rubeóla o la gripe H
¡Son enfermedades prevenibles, hombre!

Pero a todos lados donde miro
(¿Qué ves, qué ves?)
Algún actor de segunda difundiendo mentiras
¿Jenny? ¡Es de cuarta, vamos!

Atiende a la razón, escucha antes de que sea demasiado tarde…
(No llores, hombre.)
Podemos mantener seguros a nuestros hijos
(No, no, de verdad, no llores.)
¡Si tan sólo los vacunamos!
(¡Eso NO es gangsta!)
¡Simplemente debemos vacunar!
(¿Tengo que conseguirte un pañuelo?
Sécate los ojos, diles lo que quieres…)

Realmente quiero vacunar
Lo deseo tanto.

                   ZDoggMD

(*Nota: "Shot" en inglés lo mismo significa "inyección" que "disparo". El rapero Tupac murió de un disparo, no de una vacuna.)


jueves, 10 de marzo de 2011

El miedo...y la enfermedad terminal.

Susan Sontag (1933-2004)


Hace tiempo que lei un libro, un gran libro, pienso yo, de una escritora ( estadounidense bastante atípica) desgraciadamente ya fallecida. Susan Sontag. "La enfermedad y sus metáforas". Desde la portada llama poderosamente la atencion. Hércules luchando contra la Hidra. Hércules tiene un gesto doloroso que desencaja sus rasgos, al menos yo lo veo así.

Resulta todo un estudio interesante sobre como a lo largo de la historia de la humanidad , la enfermedad ha sido manipulada como sinónimo de estigma de todo tipo en las mas variadas culturas. No es mi intención hacer aquí una reseña  ni crítica del libro. Sólo me voy a permitir transcribir las primeras líneas de dicha obra para dar un breve preludio de lo que quiero compartir (Con su venia, doña Susana.)

La enfermedad es el lado nocturno de la vida, una ciudadanía más cara. A todos, al nacer, nos otorgan una doble ciudadanía, la del reino de los sanos y la del reino de los enfermos. Y aunque preferimos usar el pasaporte bueno, tarde o temprano cada uno de nosotros se ve obligado a identificarse, al menos por un tiempo, como ciudadano de aquel otro lugar.


Pero estamos en el quirófano. La escena hace apenas unas horas. Paciente de 34 años con insuficiencia renal  crónica, terminal. Diabética, hipertensa, con todas las alteraciones posibles propias de su enfermedad. Nunca tuvo hijos. Está ahi para que le practiquen una fístula arteriovenosa como parte de su tratamiento. Admito que me sorprende ver a alguien tan joven en condiciones tan francas de deterioro.

La están operando y la plática entre nosotros va mas o menos así:
¿Que tiempo lleva enferma?

Hace como un año. Un día me encontraron desmayada en mi cuarto. Y me llevaron al hospital, me querían poner la diálisis (peritoneal).

¿Y por que no aceptó?

Es que me daba miedo.

Pero vaya, sus medicamentos que tomaba antes de ese día ¡¿Por que no los tomaba?!

Es que me daba miedo que me fueran a hacer daño

¿Y ahora? ¿Por que no quería la fístula?

Me daba miedo la anestesia. Pensé que iban a dormirme toda. 

(aclaro que esta cirugía se hizo bajo anestesia local, ergo pudimos platicar sin mayor problema)

Mi  siguiente pregunta sale de lo curioso, sin esperar nada. Y la respuesta me desarma por completo.

Y de aqui en adelante. ¿Tiene miedo de lo que venga?

No se cuando, pero sé que me voy a morir. Pero la muerte....morirme...eso no me da miedo.


Por eso me acordé de Susan Sontag.



sábado, 5 de marzo de 2011

Buenos, malos, regulares...y pésimos



Es frecuente en el medio de la farándula medicina toparse con compañeros mas o menos interesados por ayudar al semejante, algunos con méritos bastante bien ganados, otros con antecedentes de turbios a francamente pantanosos y de fama o reputación poco aconsejable. Hoy comparto un texto que a la vez, me compartieron.

Aclaro que cualquier parecido con la realidad, es mera y pura coincidencia.


Las dos cualidades más importantes del médico en el ejercicio de su profesión son la honestidad y su capacidad.
Con el objetivo de proporcionar a los lectores una orientación para encontrar un buen médico, entendiéndose con esto como aquel que está bien preparado y es honesto, y asimismo, alertar sobre el riesgo que ha existido siempre de caer en manos de médicos deshonestos.


Se describen cuatro categorías de médicos, basadas en dos aspectos
básicos, la capacidad profesional y los valores morales:

a) Los médicos capaces y honestos
b) Los médicos capaces, pero deshonestos
c) Los médicos poco capaces, pero honestos
d) Los médicos incapaces y deshonestos

El lector debe tener en cuenta que en cada categoría hay variedad y grados, sin embargo, en la honestidad no hay grados, se es honesto o no se es; entre los médicos capaces, hay unos más capaces que otros.
Se señalan algunas características de las cuatro categorías:

a) El médico “capaz y honesto”, llamado Pedro Bueno.

Se trata de un médico bien preparado, que se actualiza y que es honrado “de nacimiento”.
Fue educado con el respeto a los principios morales. La rectitud que es parte de su naturaleza y ocupa el lugar más alto en su escala de valores. Se gana la vida ejerciendo su profesión con eficiencia y probidad. Pedro Bueno, revisa cuidadosamente a sus enfermos, les informa con detenimiento y claridad la naturaleza del problema que los aqueja y el por qué del tratamiento que propone. Es respetuoso actuando en aquello que domina y, cuando el caso lo amerita, sabe referir a sus enfermos a otros médicos, siempre capaces y honestos. Nunca exige dinero del médico a quien refirió el caso. No solicita auxiliaries de diagnóstico cuando no hay necesidad de ello y cuando considera necesario hacerlo no acepta pagos (o bonos) que provengan
de gabinetes de laboratorio, radiología o de hospitales. No vende medicamentos, se limita a prescribirlos y el paciente puede comprarlos en la farmacia de su preferencia.

Entre los médicos “capaces y honestos” unos son careros, otros cobran honorarios promedio del lugar y época, y algunos cobran poco; diversidad que hay que respetar porque cada quien está en libertad de ponerle precio a su trabajo. Lo significativo a este respecto es que cada peso que gana Pedro Bueno es merecido y bien habido. Los hay comunicativos y amigables, o bien, circunspectos y serios; unos tienen consultorios de lujo, otros consultorios modestos, unos tienen mucha clientela y otros poca o ninguna; unos se
anuncian en la Sección Amarilla, otros ni siquiera tienen un rótulo visible. Un Pedro Bueno jamás alarma indebidamente ni ofrece falsas expectativas; no oculta la verdad para lo que fue consultado. Estudia al paciente, le manifiesta su opinión y expone sus recomendaciones y el enfermo decide, libre de presiones, por su propia voluntad.

b) El médico “capaz, pero deshonesto”, llamado Soilo Máximo

La única característica que comparte Soilo Máximo con Pedro Bueno es la capacidad profesional. Soilo  Máximo también es un médico bien preparado y actualizado.
Pero los Soilos no nacieron honestos, nacieron con largas uñas. Por lo general, son comunicativos y  sumamente atentos, amigables y simpáticos. Sus enfermos suelen recomendarlos con frases como estas “ve a consultar a mi médico, es muy buena gente” o es “muy cuate”, “te trata  muy bien”, “es encantador”, “es un genio y, además, muy humano”.
Soilo Máximo ejerce la medicina con un objetivo primordial; hacerse rico a como dé lugar y pronto. Si son cirujanos practican operaciones innecesarias, los “salvan” y el paciente y familia, los recomiendan ampliamente.
Cuando se va a dormir, sueña con los posibles incautos del día siguiente.
Cuando el padecimiento amerita la interconsulta con otro médico, lo envía a otro Soilo Máximo. Es carero, pero se adapta, ¡no faltaba más! a las posibilidades económicas de los pacientes. Por lo general, tiene mucha
clientela y su consultorio suele ser de lujo.
El gran “pero” de los Soilo Máximo es que les encanta transferir la cuenta bancaria de sus pacientes a la cuenta bancaria propia, son geniales para hacerlo y también implacables.
Internan pacientes cuyo padecimiento podría ser manejado en el domicilio, o hasta ambulatoriamente, pues esto magnifica el problema y facilita cobrar más honorarios y entradas extras al hospital. Si vislumbran que el paciente cuenta con recursos, solicitan una batería de estudios de laboratorio, ordenan una tomografía computarizada o una resonancia magnética, es para ellos casi una regla, es obvio que perciben “bonos” delos laboratorios, gabinetes radiológicos y hospitales.

c) El médico “poco capaz, pero honesto”, llamado Pedro Asecas.

¿Se puede ser las dos cosas?, ¿no hay contradicción? No. No hay contradicción, se puede ser honesto sin ser muy capaz. Se trata de médicos que, como los Pedros Bueno ejercen la medicina con absoluto respeto a la ética, son honorables desde que nacieron y si bien Pedro Asecas no tuvo la oportunidad de realizar estudios de posgrado ni de profundizar conocimientos en algún campo de la medicina se mantiene actualizado en los aspectos relevantes de la medicina general y, muy especialmente, sabe sus limitaciones, las acepta y actúa en consecuencia. Como Pedro Bueno, Pedro Asecas es respetuoso y por ser honestos y autocríticos se comportan con suma cautela. Brindan a su paciente amabilidad, buen trato, calidad humana y sobre todo, la mejor opción para curarse, porque tienen la sabiduría de saber referir un caso cuando lo juzgan necesario a Pedro Bueno.

Los Pedros Asecas por lo general tienen mucha consulta y es justo reconocer que es bien ganada. Por eso, para un Pedro Bueno es muy valioso un Pedro Asecas pues leenvía muchos casos; los honorarios se reparten, pero no aumentan para el paciente.
Pedro Bueno resuelve el problema cobrando menos de lo que acostumbra, y Pedro Asecas, recibe la diferencia. Es una simbiosis de la que ambos se benefician, sin agravar en el aspecto económico al enfermo. Esto no sucede cuando la combinación es entre Soilos. Con ellos los costos, en el mejor de los casos se duplican.

d) El médico “incapaz y deshonesto”, llamado Soilo Peor

Un seudomédico de éstos debe ser considerado como el “enemigo público número uno”.
Son capaces de cualquier cosa, ¡hasta de operar de la próstata a una mujer! Su lema es: éntrale a todo y que no se te escape nada.
Los Soilo Peor son causa frecuente de mortalidad.
Tapizan sus consultorios de diplomas que ellos mandan a hacer o sin validez curricular; prescriben entre 5 y 8 medicamentos por receta que ellos venden directamente en la farmacia de su propiedad.
Los Soilos Pior carecen de autocrítica, por lo tanto, el peligro que significa su deshonestidad aúnan otro, tan mortal como el anterior, que es su inconsciencia de ser incapaces.
Lo inexplicable es que tienen clientela y salen, quiensabe cómo, de los problemas en que se meten.
Un Soilo Pior siempre le manda los pacientes a un Soilo Máximo, un Soilo Máximo, siempre envía paciente a otro Soilo Máximo. Los Soilos rehúyen todo contacto profesional con los Pedros.
No es fácil para el paciente saber si se está frente a un Pedro Bueno o Asecas, o frente a Soilo Máximo o Pior.  Hay Soilos Pior que visten como duques y Pedros Bueno que dan consulta en pantalones de mezclilla y zapatos tenis.
No escasean los Pedros Bueno que hablan parcamente y con un lenguaje demasiado científico, los Soilos Pior se expresan como genios de la medicina y con una claridad insuperable. Hay Soilos Pior que bien podrían pasar por un catedrático alemán. Tienen consultorios en penthouse, equipados con todos los adelantos de la industria mueblera, pictórica, cibernética, telefónica, musical y médica.


Y ustedes, ¿que opinan?